Reducir la presión ocular elevada y el estrés oxidativo, principales objetivos para luchar contra el glaucoma

Las doctoras Elena Arrondo, Sílvia Freixes y Carolina Pallás, cierran los actos de la campaña “Frente el glaucoma, alimenta la prevención”, con una mesa redonda informativa
Las claves del glaucoma. IMO Barcelona

Una dieta rica en antioxidantes podría evitar daños oculares irreversibles

Una dieta sana, rica en vitaminas y antioxidantes, es una medida preventiva que cada vez más especialistas consideran para los grupos de riesgo y la población en general, así como un buen complemento a la terapia médica, en el caso de las personas que ya padecen glaucoma.

Sobre esta premisa, la Fundación IMO ha impulsado, con motivo de la Semana Mundial del Glaucoma, la campaña “Frente al glaucoma, alimenta la prevención”, que ha incluido difusión de material informativo en 400 farmacias y un centenar de ópticas, revisiones gratuitas en el IMO a población de riesgo no diagnosticada y la sesión informativa “Las claves del glaucoma”, que tuvo lugar el pasado, martes 11 de marzo, a las 19.00h, en el auditorio IMO y a la que asistieron más de 200 personas.

En la mesa redonda participaron las doctoras Elena Arrondo, Sílvia Freixes y Carolina M. Pallás, del Departamento de Glaucoma del IMO, así como Mercedes Aguirre, doctora en Biología y especialista en nutrición y dietética, quien expuso la relación entre la nutrición y la salud visual.

Los tratamientos actuales se orientan a reducir la presión ocular, principal factor para luchar contra el glaucoma

Según las especialistas en glaucoma del IMO, esta patología, que provoca una pérdida progresiva de campo visual a causa de un daño en el nervio óptico, es de origen multifactorial y todavía poco conocido, pero se sabe que, en la mayoría de los casos, está relacionada con un aumento de la presión ocular. Por ello, la presión ocular elevada, motivada por una disfunción en el sistema de drenaje del humor acuoso (líquido que proporciona al ojo las propiedades que necesita para un buen funcionamiento), es el principal factor contra el que se puede luchar y todos los tratamientos terapéuticos actuales se orientan a reducirla.

Sin embargo, las oftalmólogas del Instituto aclaran que los mecanismos que conducen al daño del sistema de drenaje del humor acuoso y al consiguiente incremento de la presión ocular aún están por determinar. En este sentido, “cada vez hay más estudios que apuntan al estrés oxidativo como un factor que contribuye a desencadenar esta disfunción. En un ojo sano, los radicales libres (moléculas de átomo inestable que provocan envejecimiento y algunas enfermedades) son naturalmente compensados por el sistema antioxidante, presente en el humor acuoso”, afirman.

En la actualidad, los especialistas buscar además reducir el estrés oxidativo mediante suplementos vitamínicos y antioxidantes
“La alteración de este equilibrio –por un aumento de radicales libres y una disminución del mecanismo de defensa antioxidante– puede dar lugar a estrés oxidativo, que aumenta con la edad y con factores como el tabaco, la contaminación o la mala alimentación y que puede causar daños irreversibles en los tejidos oculares”, según el Departamento de Glaucoma del IMO. Por ello, desde el punto de vista terapéutico, la reducción de la presión ocular, aunque es el objetivo más importante, ya no es el único, y los especialistas buscan también reducir el estrés oxidativo mediante suplementos de vitaminas y antioxidantes.

Para reducir el estrés oxidativo es importante fomentar unos hábitos saludables

Por su parte, la Dra. Mercedes Aguirre, recuerda que “para minimizar esta descompensación en los niveles de oxidación, el paciente también puede poner de su parte y adoptar un papel activo abandonando o no iniciando hábitos que fomenten la proliferación de radicales libres, como el tabaco o el alcohol consumido en exceso, así como seguir de forma controlada, constante y duradera una dieta sana y equilibrada, rica en vitaminas de especial poder antioxidante, como la C, la B1, el caroteno (pre-vitamina A), el licopeno, la luteína y la zeaxantina”. Por el contrario, desaconseja el exceso de carbohidratos, harinas refinadas, precocinados y alimentos altamente procesados, como la bollería industrial, y recomienda tener en cuenta que ciertas formas en las que preparamos los alimentos reducen los nutrientes que estos nos aportan: cocinar al vapor resulta mucho más saludable que hervir, por ejemplo.

Por todo ello, pese a que todavía es pronto para afirmar el grado de incidencia de la dieta sobre la prevención del glaucoma, así como para detallar una dieta preventiva específica, la evidencia actual del papel de las propiedades nutricionales y antioxidantes de los alimentos en el metabolismo y también en el órgano ocular, es suficiente como para recomendar una dieta rica en antioxidantes, un hábito que es más efectivo cuanto más pronto se adquiere y cuanto más tiempo se mantiene de forma sostenida.

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