Cómo evitar lesiones oculares por San Juan y qué hacer si se producen

La Fundación IMO impulsa la campaña “En la verbena, hay que tener ojo”, con la adhesión de ópticas, farmacias y puntos de venta de material pirotécnico de Catalunya. Además de las lesiones por petardos, el Servicio de Urgencias de IMO atiende durante todo el año traumatismos oculares por accidente laboral, deportivo o doméstico.

Con motivo de la verbena de San Juan, la Fundación IMO impulsa, por cuarto año consecutivo, la campaña divulgativa “¡En la verbena, hay que tener ojo!”, que, mediante la distribución de 12.000 dípticos informativos en diferentes puntos de venta de petardos, ópticas y farmacias de Catalunya, pretende concienciar de la necesidad de proteger la visión y extremar la precaución durante las celebraciones.

Si no se utilizan apropiadamente y con cuidado, los petardos y juegos con fuego pueden ser especialmente peligrosos para los ojos debido a la fragilidad de la zona ocular. Sin embargo, la mayoría de las lesiones causadas por una manipulación incorrecta del material pirotécnico podrían evitarse adoptando una serie de medidas preventivas y conociendo cómo actuar en caso de incidente.

Con este objetivo, la campaña promovida por la Fundación IMO en colaboración con el Col·legi Oficial d'Òptics Optometristes de Catalunya (COOOC), la Associació de Farmàcies de Barcelona (AFAB) y la Associació de Fabricants i Majoristes de Catalunya de Focs d'Artifici, ofrece una serie de consejos prácticos que, además, se integran en el programa Revetlles amb precaució, puesto en marcha por la Generalitat de Catalunya al inicio de cada temporada estival.

Para reducir el riesgo de accidentes, el Dr. Daniel Elies, especialista en Córnea y Cirugía Refractiva de IMO, recomiendano fabricar petardos caseros y comprar el material pirotécnico en centros autorizados, prestando especial atención a niños y adolescentes tanto en lo que se refiere a la adquisición de productos como en su posterior manejo”. En este sentido, es importante no lanzar petardos en alto, ya que pueden explotar a la altura de la cara, y no colocarlos dentro de ladrillos, botellas o cualquier otro tipo de contenedor, puesto que la metralla desprendida puede dañar las estructuras oculares incluso a muchos metros de distancia.

Ante una lesión puramente ocular, lo mejor es lavar el ojo con agua de forma suave para arrastrar los restos de pólvora o metralla

Por ello, mantener un perímetro prudente de seguridad (más grande cuanto mayor sea la potencia del explosivo) y evitar acercarse a mirar la mecha ante el fallo del petardo son medidas de seguridad básicas, así como el uso de gafas especiales e irrompibles, que pueden proteger el ojo de lesiones graves.

Cuando estas lesiones son puramente oculares, “lo primero que hay que hacer es lavar el ojo con agua, de forma suave pero provocando un arrastre de los restos de pólvora, metralla o partículas incandescentes, que de no ser eliminados pueden seguir quemando los tejidos de la zona y hacer que la herida deje cicatriz, se infecte e incluso se haga más profunda”, indica el Dr. Elies.

No manipular el globo ocular y acudir con rapidez a un servicio de urgencias, medidas fundamentales para no aumentar el daño

El especialista de IMO también aconseja tratar de cerrar el ojo y taparlo con una gasa sin presionar o, cuando el daño se produce en el párpado o la ceja, comprimir la zona impactada para cortar la hemorragia, evitando en cualquier caso comprimir el globo ocular.

“No debemos manipular el globo ocular, ya que sin los medios adecuados es muy difícil valorar el alcance de la lesión: una explosión, por ejemplo, puede provocar una hemorragia interna sin que se pueda apreciar externamente”, añade el Dr. Elies. De ahí, la importancia de acudir rápidamente a un servicio hospitalario de urgencias, donde un oftalmólogo podrá realizar un examen exhaustivo de las estructuras internas del ojo para determinar la gravedad del traumatismo y proporcionar el tratamiento más adecuado.

El Servicio de Urgencias de IMO atiende traumatismos oculares las 24 horas, todos los días del año

Aunque la noche de San Juan es una de las de mayor riesgo de accidente ocular, en el Servicio de Urgencias de IMO, abierto todos los días las 24 h, también es habitual ver otro tipo de traumatismos a lo largo del año. Como explica el Dr. José García-Arumí, especialista en retina del Instituto, “las lesiones más frecuentes son las originadas por los accidentes laborales, como las que puede provocar una esquirla que salta al ojo al dar un martillazo en un clavo, por ejemplo”.

También son recurrentes los accidentes a causa de pelotazos, sobre todo entre los más jóvenes, o los accidentes domésticos, relacionados con actividades como el bricolaje. Por lo que se refiere a los accidentes de tráfico, “antes se daban más lesiones por culpa del impacto con los cristales del coche, pero hoy en día lo que más daños suele producir es la explosión del airbag a la altura de la cara”.

Ante cualquier accidente, lo que hay que valorar en primera instancia es si el traumatismo es contuso (cuando un objeto sin aristas agudas incide sobre el ojo y lo desplaza, provocando una onda de choque sobre el líquido que este contiene) o abierto (cuando un material puntiagudo perfora el globo ocular y provoca la salida no solo de dicho líquido, sino incluso de otras estructuras, como el iris o la retina).

En el primer caso, debe cerrarse el ojo y acudir de inmediato al oftalmólogo, mientras que en el segundo, de mayor urgencia, es preciso realizar primero un vendaje poco compresivo para, acto seguido, ir también con la máxima celeridad al médico.

Según el Dr. García-Arumí, “ante la severidad de dichas lesiones, es fundamental que un experto evalúe la extensión del daño. En este sentido, en el Servicio de Urgencias de IMO contamos con la ventaja de disponer siempre de profesionales especializados, tanto del segmento anterior como posterior del ojo, para abordar los casos más complejos”.

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