Las MIGS acaparan la atención de los especialistas en glaucoma

Los implantes intraoculares mediante técnicas mínimamente invasivas se convierten en una auténtica revolución, según concluyen los expertos reunidos en II Trends in Glaucoma

El uso de técnicas mínimamente invasivas para el manejo quirúrgico del glaucoma, conocidas como MIGS, está ganando terreno en pacientes con glaucomas leves y moderados y entre aquellos que requieren cirugía combinada de catarata y glaucoma, gracias a su seguridad y creciente eficacia. Así lo apuntaron los expertos congregados el 18 y 19 de noviembre en Barcelona con motivo del II Trends in Glaucoma, organizado por las oftalmólogas de IMO Elena Arrondo, Silvia Freixes y Laia Pascual.

El doctor canadiense Ike K. Ahmed –reconocido internacionalmente por su experiencia y trabajo pionero en el tratamiento quirúrgico de esta enfermedad– ofreció una conferencia magistral en la que destacó “la tendencia a una cirugía cada vez más precoz para lograr reducir la presión intraocular y la dependencia de las gotas en estadios incipientes de la enfermedad”, sobre todo cuando los pacientes no toleran bien la medicación, tienen una respuesta hipotensora insuficiente o problemas de adhesión al tratamiento.

Esto es posible gracias a la “revolución” de nuevos dispositivos que han aparecido en los últimos años y que, mediante incisiones de tan solo 2 mm e intervenciones 3 veces más rápidas que la cirugía convencional, se implantan en el interior del ojo para abrir nuevas vías de drenaje del humor acuoso sin apenas alterar las estructuras oculares. De este modo, “las MIGS permiten reducir el riesgo de complicaciones postoperatorias respecto a técnicas clásicas más agresivas como la trabeculectomía, aunque deben seguir desarrollándose para lograr resultados tensionales superiores”, aclara la Dra. Elena Arrondo.

La conferencia magistral “Current Trends in Glaucoma”, a cargo del Dr. Ike K. Ahmed, fue uno de los platos fuertes del encuentro celebrado en IMO

 

Nuevos abordajes

En opinión de la Dra. Laia Pascual, “el hecho de contar con un amplio abanico de implantes con funcionalidades distintas hace posible individualizar del tratamiento en cada paciente, un camino en el que debemos seguir avanzando y al que también contribuye un mayor conocimiento sobre la enfermedad”. Por ejemplo, el oftalmólogo alemán Jost Jonas mostró en su ponencia innovadores hallazgos de cómo la disminución de la presión del líquido cefalorraquídeo puede contribuir al aumento de la presión intraocular.

En este sentido, la hipertensión ocular es el principal factor de riesgo que hasta ahora se podía controlar, aunque ya no es el único aspecto que se tiene en cuenta y los expertos apuestan por estrategias complementarias como la neuroprotección, utilizada en enfermedades degenerativas nerviosas como el párkinson o el alzhéimer.

Según explica la Dra. Sílvia Freixes, “el glaucoma consiste en una destrucción progresiva de las células ganglionales que forman el nervio óptico, por lo que el objetivo es conseguir protegerlo mediante fármacos neuroprotectores que actúan sobre diferentes mecanismos, tanto a nivel tópico (colirios) como sistémico (pastillas). Además, en un futuro esperamos poder incluso llegar a regenerar el nervio óptico con el diseño y aplicación de terapias celulares”.

Las organizadoras del II Trends in Glaucoma destacan los cambios que se están produciendo en esta subespecialidad, con constantes avances diagnósticos y terapéuticos

 

Innovación diagnóstica

Comprender por qué se produce el daño en el glaucoma será el primer paso para ofrecer soluciones alternativas a los pacientes y, por eso, las organizadoras del II Trends in Glaucoma destacan los horizontes abiertos gracias a los avances diagnósticos que se presentaron en el encuentro. Es el caso de la angio-OCT, ya utilizada en patologías de la retina y que ahora dispone de un software específico para estudiar cómo disminuye la densidad de vasos sanguíneos en el nervio óptico en pacientes con glaucoma, obteniendo más información del componente vascular de la patología.

Asimismo, los nuevos equipos de OCT ya no solo permiten visualizar con gran detalle el polo posterior del ojo y alcanzar estructuras como la lámina cribosa (donde nace el nervio óptico), sino también el segmento anterior y el aspecto de la cirugía en pacientes ya intervenidos de glaucoma. “Esto nos puede dar pistas de las causas por las que una operación no ha dado el resultado esperado o ha empezado a fallar y, así, tomar las medidas adecuadas”, comenta la Dra. Freixes.

Por otro lado, en pacientes en los que empeora la enfermedad, son “prometedoras” unas nuevas lentes de contacto que incorporan un sensor para monitorizar de forma constante los cambios de presión intraocular, que pueden acelerar la degeneración del nervio óptico.

Como concluye la Dra. Pascual, “se trata de una información muy valiosa, ya que actualmente solo podemos hacer tomas puntuales de la presión intraocular en consulta, aunque, de momento, cuenta con la gran limitación del elevado coste que todavía tiene para los pacientes”.

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