Una mala visión en la infancia se prolonga en edad adulta, si no se diagnostica y trata a tiempo

Fundación IMO recuerda que el “ojo vago”, una de las principales causas de limitación visual en niños, puede deberse a la presencia de un estrabismo o de defectos refractivos y, a menudo, pasa desapercibido.

revisión colegio Fundación IMO

El Programa de salud ocular en la infancia desfavorecida de Fundación IMO ha proporcionado más de 800 correcciones ópticas gratuitas tras la última de sus campañas de exploración oftalmológica, realizada a finales de abril entre más de un centenar de escolares del distrito madrileño de Carabanchel, en colaboración con la Obra Social ”la Caixa”. Según los responsables del programa –que se encarga de ofrecer cualquier tratamiento que los alumnos puedan requerir– “las gafas son una solución efectiva y sencilla a la que los niños en situación de vulnerabilidad social a menudo no tienen acceso, tanto por la falta de recursos económicos, como de cultura preventiva y revisiones rutinarias para detectar los problemas de visión en la infancia”.

La Dra. Ana Wert, oftalmóloga pediátrica de IMO, advierte que “estos controles son especialmente importantes hasta que los niños logran el 100% de agudeza visual (normalmente hacia los 8 años), ya que cualquier pérdida de visión en la infancia puede prolongarse en la edad adulta si no se trata a tiempo”. Por ello, durante la etapa de desarrollo visual, conviene prestar especial atención a la ambliopía, es decir, “ojo vago” que deja de utilizarse por falta de estimulación visual y cuyas posibilidades de recuperación aumentan cuanto antes se diagnostique. Sin embargo, dado que el niño suele ver bien con el otro ojo, es una patología que muchas veces pasa desapercibida y que solo se identifica mediante exploraciones oftalmológicas, que se aconseja que sean anuales a partir de los 4 años y que Fundación IMO trabaja por proporcionar también a la infancia desfavorecida.

Los niños “aprenden a ver” en la infancia, hasta alcanzar el 100 % de la visión del adulto sobre los 6-8 años. Patologías como el “ojo vago” pueden comprometerlo.

Recuperar el “ojo vago”

Una vez detectada la ambliopía, es fundamental corregir su causa, como puede ser el estrabismo: “Cuando existe desviación ocular, para evitar ver doble, el cerebro de los niños suprime la visión de uno de los dos ojos, que se vuelve vago”, explica la especialista de IMO, quien añade que “esto no solo limita que alcance la máxima agudeza visual, sino que impide una buena capacidad de percepción en relieve, cálculo de distancias y visión estereoscópica o 3D”.

Por otro lado, los defectos refractivos también pueden provocar ambliopía (ya que el cerebro escoge la visión del ojo con menor defecto refractivo y suprime la del otro), así como desviación ocular. Un tratamiento tan sencillo como el uso de gafas con la graduación adecuada –en ocasiones, complementado con un parche–, puede ayudar a solventar el “ojo vago” y el estrabismo, además de corregir la dificultad de enfoque propiamente dicha y su sintomatología, que muchas veces no se asocia a un problema ocular. La Dra. Wert explica que “casos leves y moderados de hipermetropía, el defecto refractivo más común en la infancia, pueden provocar cansancio visual, dolores de cabeza o rechazo a la lectura, señales que deben ser motivo de sospecha para padres y profesores”.

La acción social de Fundación IMO promueve la atención temprana de problemas de visión en la infancia desfavorecida, habiendo ofrecido más de 800 gafas gratuitas.

Detección precoz de los problemas de visión en la infancia

9 de cada 10 diagnósticos realizados por el Programa de salud ocular en la infancia desfavorecida corresponden a defectos refractivos, “ojo vago” o estrabismo, las anomalías más típicas en edad pediátrica. “Debido a su prevalencia entre la población infantil –20% en el caso de los defectos refractivos y 5% en el del ojo vago y el estrabismo–, los programas de detección precoz tienen una importancia capital”, concluye la oftalmóloga de IMO. Así lo demuestra el hecho de que en la reciente campaña de revisiones llevada a cabo en Carabanchel, un 74% de los niños que se han incorporado al proyecto de Fundación IMO –en su mayoría derivados por parte del profesorado por sospecha de mala visión– haya presentado patología ocular no diagnosticada, mientras que solo 1 de los nuevos escolares atendidos con problemas visuales (una veintena en total) ya llevaba gafas.

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