IMO detecta un 4% de problemas visuales no diagnosticados a los 750 niños examinados en el Festival de la Infancia

Los exámenes de IMO en el Festival de la Infancia de Barcelona han detectado un 4% de casos de ojo vago y defectos de refracción, la mayoría no diagnosticados antes.

El IMO en el Festival de la Infancia 2011, en Barcelona

Se examinaron 750 niños de entre 2 y 10 años, desde el 27 de diciembre al 4 de enero. Al cierre del Festival de la Infancia, los controles realizados han demostrado que, si bien la mayor parte de los niños ha presentado una agudeza visual correcta en ambos ojos, cerca de un 4% podría tener problemas de visión, con agudezas visuales que pueden llegar a ser de hasta un 0,3 sobre 1.0 en alguno de los dos ojos.

Lo que más ha llamado la atención al equipo de optometristas de IMO que ha trabajado estos días en el Festival es que cerca del 80% de los niños con algún problema de refracción o ambliopía no lleva corrección óptica ni se ha sometido a revisión ocular alguna, pese a que a partir de los 7 años es difícil solucionar algunos de estos defectos. Además, se han detectado casos que pueden revestir cierta importancia, como el de una niña de 2 años que no podía mirar hacia abajo con un ojo y cuyo párpado se retraía, lo que podría estar relacionado con una patología neurológica, o el de un niño de 8 años con un astigmatismo inverso (propio de personas adultas) y que, según los padres, "se frota los ojos habitualmente".

A preguntas de la optometrista, el padre explicó que la madre tiene un queratocono (una enfermedad importante de la córnea y que suele desarrollarse en edad infantil). Pese a este antecedente, nunca antes el niño había sido sometido a una revisión ocular. Según el Departamento de Oftalmología Pediátrica de IMO, "la exploración realizada en el Festival ha sido muy básica y ha servido sólo para orientar a los padres sobre posibles problemas visuales de sus hijos, a los que se aconseja una revisión más completa". En el stand, las optometristas han utilizado un retinoscopio, un sistema de lentes que proyecta una luz sobre la retina, y que permite descubrir posibles ambliopías ("ojo vago"), que se desarrollan por una diferencia importante entre la agudeza de uno y otro ojo, o defectos refractivos (miopía, hipermetropía o astigmatismo).

Aún así, "algunas hipermetropías pueden pasar desapercibidas, ya que los niños suplen este defecto forzando la acomodación (capacidad de enfoque del cristalino), por lo que un buen diagnóstico requiere de un control más a fondo y con gotas dilatadoras".

Además de las pruebas de agudeza visual, los niños que estos días han visitado el stand de IMO, han podido conocer de forma lúdica el órgano ocular y el funcionamiento de la visión, a través de una instalación que ha contado con varias estructuras que han simulado las principales partes del ojo: córnea, iris, pupila, cristalino, globo ocular (convertido en un iglú hinchable lleno de bolas de colores) y nervio óptico. Los niños han podido recorrerlas, imitando el viaje que realiza la luz, desde el exterior del ojo hasta el cerebro.