Matilde Andreu

La dificultad de exploración oftalmológica y de comunicación con Matilde, paciente con Síndrome de Down, había provocado que desarrollase una catarata muy avanzada, a la que se dio solución a través del programa Operación Visión de la Fundación IMO.
Matilde Andreu, operada de cataratas gracias al programa Operación Visión del IMO
La catarata es la primera causa de ceguera a nivel mundial. Sin embargo, en países desarrollados como el nuestro, es muy poco frecuente que llegue a provocar una pérdida total de visión, ya que se puede detectar de forma precoz mediante revisiones oculares periódicas y, si se considera oportuno, tratar con una intervención quirúrgica breve, indolora y de rápida recuperación. No obstante, según el Dr. Daniel Elies, especialista de IMO en esta patología ,“determinadas características físicas o psíquicas de algunos pacientes provocan que evolucione hasta grados severos", como en el caso de Matilde Andreu, una paciente de 50 años con síndrome de Down que, además de queratocono (adelgazamiento progresivo de la zona central de la córnea), presentaba una catarata blanca, es decir, una opacificación muy avanzada del cristalino”.
 
Como consecuencia, Matilde apenas percibía luces y sombras, lo que comprometía seriamente su autonomía y desarrollo en la vida diaria. Sus hermanas, Dolores y María Luisa Andreu, explican que “apenas comía, ya que no podía distinguir si el plato estaba lleno o vacío; tampoco podía beber sola, porque no era capaz de ver el vaso para cogerlo”. Para ella, acciones tan cotidianas y aparentemente sencillas como estas suponían un verdadero obstáculo y, a causa de su limitación visual, fue encerrándose en sí misma. Cada vez necesitaba más ayuda y su carácter se volvió esquivo y desconfiado: “Tenía miedo a andar porque pensaba que se iba a caer, pero no nos dejaba guiarla; teníamos que tirar de ella si queríamos que se moviera”, añaden sus hermanas. A esto, hay que sumar la “dificultad de Matilde para expresar sus problemas, por lo que solo podíamos entender lo que le ocurría observando sus gestos”.

Paso adelante en calidad de vida

Debido a esta barrera de comunicación y a su escasa colaboración, así como a la complejidad asociada a una patología tan avanzada como la suya, no fue un caso sencillo de tratar. Sin embargo, la recompensa de afrontar el reto fue enorme ya que, tras pasar por los quirófanos del Instituto gracias a Operación Visión y someterse a una intervención de catarata a manos del Dr. Elies, Matilde dio un gran paso adelante en lo que se refiere a su calidad de vida. Como nos cuentan Dolores y María Luisa, “después de la cirugía, salió andando de IMO por su propio pie, con los ojos destapados y bien abiertos. Desde entonces, se desenvuelve con mayor independencia y se muestra más segura en sí misma; está más abierta a todo lo que la rodea”.

Aunque la visión es un sentido fundamental para todas las personas, al proporcionarnos el 80% de la información que recibimos y condicionar nuestra relación con el entorno, resulta especialmente importante para las personas con síndrome de Down u otras formas de discapacidad intelectual. Un 5% de este colectivo, frente al 0,2% del resto de la población, manifiesta problemas visuales severos,  por lo que dar respuesta a sus necesidades de salud ocular es clave para promover su integración en la sociedad, que es el objetivo del programa de cirugía solidaria Operación Visión.